Alicia, dime la verdad
La doctora Alicia puntualiza en cada sesión que mis pensamientos son los que me mantienen en terapia. Sé que los pensamientos perdurarán, la mente humana está hecha para pensar cosas habitualmente catastróficas, la solución es aprender a manejarlos. Dejar ir e ignorar algunos, cuestionar otros, aceptar otros cuantos. Pero según Alicia es como si los pensamientos desagradables, catastróficos y extremistas fueran globos que no suelto, y se quedan, y dan vueltas una y otra vez en mi cabeza.
Entonces puedo enteder cómo estos han afectado gran parte de mi vida, por ejemplo:
Pienso: "Me miente"Siento: Tristeza, enojo, frustraciónExpreso: Cambio mi actitud, oculto mis emociones, me comunico de manera pasivo agresiva.
Mi mente ha estado dando vueltas en los momentos que viví con Sergio, los agradables y desagradables. Primero los desagradables, convenciéndome a mí misma que él no me quería, porque de esa manera es más sencillo superarlo, hay una razón que me permite desenamorarme. Pensamiento dicotómico, le dicen. Luego recuerdo los momentos agradables, como cuando vio a verme en el funeral de mi mamá aunque creí que no llegaría, esas cosas que se hacen por alguien a quien quieres.
Hay muchos otros momentos buenos y no tan buenos, pero al final ambos provocan controversia en mí, ya que le extraño pero también siento resentimiento, son dos sensaciones, dos emociones, dos vertientes de pensamiento tan distintas, que chocan y mantienen mi mente en confusión.
- Ay, amo el fauvismo y el expresionismo alemán -
Pero al fondo, más allá de mi "yo", en ese lugar llamado mente sabia, entiendo que puedes querer a alguien, pero también ocasionarle daño involuntario. Entiendo que a lo largo de un año las personas y sus deseos cambian, y eso no quiere decir que nunca me quiso. Entiendo que puede quererme mucho, pero sentirse inseguro de ese querer.
Pero sobre todo entiendo que al final todos deseamos ser felices, buscamos esa felicidad en las decisiones que tomamos y aunque ocasionemos dolor a los demás, no es nada personal. Ojalá hubiera podido ser parte de su felicidad, ojalá se hubiera enamorado de mí, ojalá nunca nos hubiéramos besado, ojalá fuéramos amigos.
Entiendo esas cosas, aunque todavía no las siento, pero cuando las sienta habré dado un gran paso en este proceso de aceptación del fin de nuestra relación. Por el momento todavía intento aceptar que una persona tan bondadosa y buena, también pueda ser a veces egoísta e inconsciente (Pero todos los somos ¿verdad?).
Quizá en vez de aceptar eso, sería más sabio aceptar que los humanos somos una escala de grises, y que los errores, aunque hieran, son inevitables. Quizá en vez de señalarle con este dedo acusatorio, observe en el espejo las veces en las que fui egoísta e inconsciente (muchas).
En fin, ojalá la doctora Alicia tenga razón, y escribir lo que siento deje ir estos pensamientos. Ya llegará la paz, cuando sienta que comprendo amablemente a Sergio, y cuando me vea a mí misma sin culpas.
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